Nada abriga mejor que el calor de una sonrisa.
Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías. Breve y eficaz por medio de ejemplos.
Una casa sin amor es como una chimenea sin fuego, una casa sin la voz de un niño es como un jardín sin flores,
la boca de la mujer amada sin la sonrisa es como una lámpara sin luz.
Una pulgada de tiempo es una pulgada de oro.
La inocencia de un ratón puede mover un elefante.
Quien cede el paso ensancha el camino.
Si vas a comprar no empieces por enseñar el dinero.
El que ha desplazado la montaña es el que comenzó por quitar las pequeñas piedras.
No basta ir a pescar peces con buena intención. También se necesita llevar red.
La tontería se sitúa siempre en primera fila para ser vista.
La inteligencia, por el contrario, se sitúa detrás para observar.
No se puede caminar contemplando las estrellas cuando se tiene una piedra en el zapato.
Con o sin gallo, mañana siempre se hará de día.
El momento elegido por el azar vale siempre más que el momento elegido por nosotros mismos.
La íntima amistad borra la lejanía.
Nadie es buen juez en su propia causa.
Quien comete muchas injusticias, busca su propia ruina.
El cielo escucha las plegarias del corazón, no de la voz.
Los que sufren la misma enfermedad se compadecen mutuamente.
La promesa debe ser cumplida y la acción debe tener resultado.
Quien ha causado problemas deberá solucionarlos.
Los pequeños arroyos hacen un gran río.
El hombre que consigue ver las cosas pequeñas tiene la mirada limpia.
Regalar carbón en días de nieve.
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
Guárdate de quien te propone un negocio diciendo que no quiere ganancias.
Una pequeña negligencia puede conducir a un gran desastre.
Las palabras son la voz del corazón.
La lengua resiste porque es blanda; los dientes ceden porque son duros.
Cuanto más grande es el caos, más cerca está la solución
Es imposible quemar definitivamente la hierba de la pradera, que revivirá a las caricias de la brisa primaveral.
Si las vigas de arriba están mal, las de abajo otro tal.
Si tienes un problema que no tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si tiene solución, ¿para qué te preocupas?
La red justiciera tendida por los cielos es omnipresente, y sus mallas, aunque ralas, no dejan escapar a nadie.
El sabio no dice lo que sabe, y el necio no sabe lo que dice.
Cuando dos hermanos trabajan juntos las montañas se convierten en oro.
Una cosa se convierte en su contrario cuando llega al extremo.
No hay nada más hermoso que un padre llegue a convertirse en amigo de sus hijos,
cuando estos lleguen a perderle el temor pero no el respeto.
Si escuchas a ambas partes, se hará en ti la luz; si escuchas a una sola, permanecerás en las tinieblas.
Dar a un hijo mil onzas de oro no es comparable a enseñarle un buen oficio.
Nada hay tan atrevido como la ignorancia.
Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre.
La experiencia del pasado, si no cae en el olvido, sirve de guía para el futuro.
Cuando el dinero habla, la verdad calla.
El éxito nace de la reflexión.
Las palabras son enanos, los ejemplos son gigantes.
Ni el hombre conoce cien días de felicidad, ni la flor conserva durante cien días su color.
La unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre.
A mí me gusta que me digan la verdad, ya yo veré si duele o no.
Excava el pozo antes de que tengas sed.
Lo que se aprende en la cuna, siempre dura.
El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, más luego se clarifica.