El ser humano en su etapa de crianza prefiere renunciar a su esencia a cambio de sentirse que pertenece a un clan y que hay cerca una figura de apego por muy tóxica que sea.
Esta es la historia de una madre que creó en su mente un molde ideal en el que encajaría su hijo cuando creciera. Amaba ese molde. Encajaba a la perfección en sus creencias sobre lo que perpetuaba la buena imagen de su clan, lo digno de su árbol, lo que compensaba sus carencias, lo que completaba sus proyectos frustrados. ¡Dios, cómo amaba ese molde!
A medida que su hijo crecía, ella iba apretujando al niño en esa forma vacía en la que debían caber los pensamientos de la criatura, sus emociones, sus deseos y sus comportamientos. Era como obligarlo a bailar una canción repetitiva que no tenía nada que ver con sus gustos musicales. Cada vez que el chico sacaba «los pies del plato» su madre lo castigaba, lo amenazaba con el desamor, con la frialdad, con el abandono o con la expulsión.
Esta historia puede tener infinitos finales, pero dos de ellos muy polarizados: ¿Vencerá la fuerza de la autenticidad, el hijo romperá el molde, vivirá de acuerdo a su esencia y su madre lo amará incondicionalmente? ¿O ganará la batalla el miedo a ser uno mismo y el hijo vivirá aceptado por mamá, pero insatisfecho, con trastorno de ansiedad, depresivo e insatisfecho y apretujado en su molde?
La buena noticia es que tenemos permiso para retractarnos de las decisiones que tomamos de niños. Siempre hay tiempo para «sacar los pies del plato» y comenzar a danzar al ritmo de nuestra lista de reproducción favorita.
Carmen Guerrero
6 Comentarios
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síiiii y tenemos la posibilidad de vivir todos nuestros «yo», nuestras facetas o como se llamen!
Yo me he cansado del rol que he tomado los últimos veinte años y ahora estoy rompiendo el molde!
Tuve que pasar por una enfermedad para darme cuenta, es mejor aprender de una toma de consciencia y no desde el sufrimiento igualmente es valido. Gracias! -
Autor
Gracias por tu comentario, Gabriela. Celebramos tu toma de consciencia y tus ganas de vivir! Un gran abrazo.
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Hola,
Me gustaría saber cómo ser una buena madre y cómo reparar los errores que ya he cometido con mis niños que aún.son pequeños…errores que veo que ya los han marcado o que los están afectando. GRACIAS! -
Autor
Caryanana, qué bueno tu propósito. Eso te hace ser ya una buena madre. Desde mi humilde opinión, te puedo decir tres elementos fundamentales:
1.-Lo que más ayuda a ser unos buenos padres es sanar nuestras propias heridas emocionales como hijos.
2.- Detrás de cada error que siempre haya una reparación.
3.-El remedio universal para cada dificultad que se presente es el AMOR
Gracias por participar! -
Y con respecto a la recomendación número 3, si al aplicar el remedio AMOR no vemos mejoría, es que toca AUMENTAR LA DOSIS!
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Saludos
MUCHAS GRACIAS por responderme. Estoy de acuerdo en seguir estos tres consejos! SANAR, REPARAR Y AMAR, AMAR, AMAR.