
María pide ayuda:
Hace algunos meses, se me metio en mi cabeza una idea completamente obsesiva con ser lesbiana, el problema es que me aterra y me da mucha angustia porque yo no quiero serlo, desde niña me han gustado los hombres, quiero formar una familia y tambien tener hijos… Hoy tengo 18 años y me siento muy triste y sin ganas de nada.
Mi situación creo que se debe a que cuando era niña mas o menos 10 años, mi Padre se fue a otro país a estudiar, cuando estuvo de vuelta en casa, en el computador encontramos evidencias de que el tuvo relaciones homosexuales, en ese momento me afecto mucho, pero creo que me está afectando mas aún hoy…
Agradecería tu ayuda.
Respuesta de Alejandro Jodorowsky:
Ah, María, las ideas no se meten de pronto en nuestra cabeza como si fueran pájaros venidos de otro mundo, surgen de nuestro inconsciente donde han estado gestándose durante años. Hablas de tener miedo de ser lesbiana. Creo que no hay que tener miedo de ser lo que se es: la felicidad es precisamente llegar a ser lo que se es. Si desde niña te han gustado los hombres para formar una familia y tener hijos, entonces eso es lo que eres. ¿Tienes deseos lesbianos o deseos de ser lesbiana? Por lo que me cuentas yo pienso que es lo segundo. ¿Por qué te sucede esto de querer ser algo que no eres? Si tu padre se fue al extranjero y tuvo relaciones homosexuales ocultas, eso quiere decir que era un gay en el armario… Por lo que he visto analizando árboles genealógicos, en una pareja no hay secretos. El inconsciente de tu madre sabía, desde el primer momento que vio a tu padre, que él era gay. Si se casó con él es porque le convenía una sexualidad viril no muy presente. Ella tenía, y tiene, un nudo lesbiano… Naturalmente, las niñas pequeñas, de manera no consciente, tienen deseos sexuales hacia su padre. Tú no sientes que tu padre te apoya en tu feminidad, lo ves lejano. Mira tu email y verás que escribes padre así: «Padre» con P mayúscula, como si fuera Dios. Lo sientes ausente, tu niña interior desea ser vista y amada por él, para lo cual sabes que siendo mujer él no te aceptará por completo. Te obsesiona entonces el deseo de ser lesbiana, como tu madre, para poder hacer pareja con tu padre, formar una familia y tener hijos. Son impulsos inconscientes que debes aprender a sublimar haciéndolos conscientes. Para que te liberes te propongo un acto de psicomagia donde emplearás una mentira sagrada: con un acompañante de exagerados gestos y manera de hablar gay, escandalosa «loca» interpretada por un actor heterosexual, ve con él a tu casa, y preséntalo a tus padres como tu amante. Date delante de ellos un largo beso con el fingido novio y anuncia que vas a ser madre. El exagerado gay debe exclamar: «¡Quiero que sea un niño, con un buen pene!» Tú debes protestar: «¡No, a mi me gustan las mujeres! ¡Quiero que sea mujer!». Se trenzan en una discusión mientras se van sin despedirse gritando hasta la calle: «¡Que sea un niño, me gustan los hombres!» «¡No, que sea una niña, me gustan las mujeres». Realizada esta comedia, invita al actor a tu cuarto y haz el amor con él.