Adanowsky y la actriz porno Stoya. Arte erótico. El vídeo y una entrevista sobre su orgasmo surrealista.

Adanowsky y la actriz porno Stoya. Arte erótico. El vídeo y una entrevista sobre su orgasmo surrealista.

Entrevista pata Konbini

K: Bueno, ¿cómo te llegó la idea?¿”Voy a grabar un video extraño de un orgasmo con una estrella porno que escribe ensayos”?

Adan: La primera vez que vi a Stoya era en un video donde estaba leyendo un libro mientras que un vibrador bajo la mesa la hacía venir. En ningún momento fue visible el órgano. Pregunté y vi que era estrella porno. No pensé que fuera vulgar en lo absoluto, a diferencia de la mayoría que parece muñeca Barbie.

K: Para la mayoría de las personas es raro ver una escena incluyendo sexo con sus padres. Para ti no hay problema con filmar un video orgásmico con tu padre. ¿Nos podrías hablar de tu educación sexual?

El solo tuvo un pequeño rol que jugar en la creación. Estaba pegado escribiendo y solo había estado en su casa por una hora. Amo trabajar con el porque es el único surrealista viviente que no le da frío en los pies. No tiene límites. El me dio la idea de comer carne cruda como animal al principio del video.

Luego he hecho todo solo así que no tuve a mi papá en el plató mirándome los testículos. Pero aunque hubiera estado ahí no habría sido un problema. Cuando era niño, en casa, había sinfonías de orgasmos. Y cuando uno de mis hermanos hacía el amor, lo celebrábamos al día siguiente. Hablamos de sexo abiertamente. No era enfermo, solo es una realidad de este mundo. Desafortunadamente, el hombre impuso la idea de que el sexo es un pecado, el placer es vergonzoso y no debemos hablar de ello.

K: ¿Tuviste esta primer plática incómoda del sexo con tus padres?

¡Absolutamente no! Me parece escandaloso que sea algo incómodo para cualquier ser humano. Piensa y dime porqué es incómodo. ¿Por el placer? ¿Por jugar el rol de hijos y padres pensando que no tienen sexualidad? Es ridículo. Somos seres con deseos y es normal. Nuestros padres cogen, nuestros hijos cogen, esta es naturaleza humana. No somos monjes viviendo en castidad. Es bueno hablar de ello. Es por hablarlo dentro de la familia que ayudaremos al mundo a terminar con las represiones. El sexo es el origen de nuestra existencia. Somos producto de una cogida.

K: ¿A qué sabe Stoya?

Nunca había visto piel tan perfecta como la de Stoya. Me impresionó.

K: ¿Porqué la elegiste? ¿Cómo la convenciste de hacerlo?

Elegí una actriz porno porque quería hacer este universo más poético. Sexo en la pornografía es animal, asqueroso, sobre-actuado, no es real. Así que es una manera de llevar arte a la industria del sexo. Para mí el sexo es artístico. Ver a un chavo cogerse a una chica sin fantasía, sin poesía, sin imaginación me aburre. Así que pensé: “Voy a hacer una escena de sexo que no estamos acostumbrados a ver.” Así que lo intenté y me divertí.Para convencerla, la contacté vía Twitter mandándole un enlace de la película que dirigí. Ella me respondió por mensaje privado enviándome su correo electrónico. Leyó el guión y dijo que sí.

K:La vellosidad, notable bajo los brazos, ¿fue a propósito?¿Una especie de declaración feminista?

Solo llegó al plató así y pensé que era perfecto. Las mujeres tienen el derecho de tener pelo. Y no pensé que estuviera quitando algo de su sensualidad, ¡al contrario!

K: ¿Ves mucha pornografía?

No mucha. Solía hacerlo antes. Mi primer masturbación fue cuando tenía doce frente a una porno de los ochenta con una mujer grande gritando en Francés “Sí, ¡Más fuerte!” (“Oui, plus fort !”). Recuerdo haber rebobinado la escena veinte veces a ella diciendo ese enunciado. Me prendía mucho. Cuando estoy en una relación no miro nada porque estoy satisfecho.

K: ¿Nos puedes hablar de tu primera vez teniendo sexo también?

A los quince años aún era virgen y no podía esperar. Mis hormonas me estaban conduciendo a un estado histérico. Así que le llamé a un viejo amigo de la infancia, Nicolas Ullmann y le pedí que arreglara mi desesperada situación. Me presentó a Marie (como la Bendita Virgen María), una pintora excéntrica de diez y nueve años de edad. Puedo recordarlo, olía como una flor y su trasero era tan redondo como la luna llena.

Nos conocimos en un bar de jazz en la sexta que ya no existe. Después de seducirla toda la noche, me llevó al estudio de artista donde vivía. Me dijo en voz hipnótica: “Eres virgen, esto es un momento importante, ¡voy a asegurarme de que recuerdes tu primera vez!

Así que después de desvestirse, me acostó en la cama y me pintó con pintura azul para hacer el amor. Juro que es verdad. Metió las manos en las cubetas de varios colores que preparó a fondo y lo hicimos en un arco iris de amor.

Hoy hago películas con colores fuertes, porque la creación está enlazada con la sexualidad. Esa es la única explicación que tengo por mi obsesión con colores.

Solo la he visto una vez desde entonces. Tenía veinticinco y dos hijos. Parecía feliz.

K: ¿Qué piensas del lugar del sexo en nuestra sociedad?

Creo que ya no ofende. El pezón está en todos lados. Vemos culos en todos lados. La sociedad está invadida por el sexo. Sabes, antes, los seres humanos estaban tan sexualmente reprimidos que necesitaban una explosión sexual, una liberación. Hoy, el sexo está tan trivializado que nuestro deber es embellecerlo. Darle espíritu, un alma.

K: ¿Cuál es el asunto con el crucifijo en el culo?

Para mi este crucifijo no es Cristo, es un trozo de madera. Cristo nunca dijo: “¡Soy un crucifijo!”. No estoy insultando a Jesús, estoy apuntando hacia los hombres que crearon una ilusión. La religión ha sido distorsionada de manera vergonzosa por los hombres.

Deberíamos cambiar nuestra moralidad, el mundo ha cambiado y necesita una mutación. Tengo el presentimiento de que estamos tratando de poner un muro sin realmente atrevernos. Las religiones dicen que el sexo es sagrado, así que he consagrado el sexo al ponerle un crucifijo en el culo. Ella en realidad escupe un líquido blanco simbolizando la pureza que lleva dentro.

K: ¿A qué edad crees que esté bien ver el video?

Personalmente lo hubiera visto a los nueve. Depende de la educación que recibas. Cada humano es distinto. Probablemente habrá gente tan grande como de noventa que estarán tan conmocionadas como personas de veinte. Pero no le veo nada escandaloso.