Acto psicomágico para una mujer obesa. Alejandro Jodorowsky

Acto psicomágico para una mujer obesa. Alejandro Jodorowsky

Amparo:

Soy una mujer de 32 años, obesa, siempre lo he sido, por lo menos desde que tengo memoria, he buscado innumerables soluciones y nada ha funcionado, incluso he llegado a pensar que por mucho que odie mi cuerpo y odie ser gorda, quisiera mantenerme así por miedo, esto mismo me trae muchas inseguridades y siempre tengo el terror a que me dejen las parejas que he tenido, inclusive mi amor actual, ya que aunque demuestren amor por mí, mi temor los supera. Todo quiero controlarlo.

Tengo un hermano que es drogadicto (29 años), unos padres que están sometidos a sus manipulaciones y que siento son esclavos de él. Mis padres siempre han confiado en mí, pero siento que con esa excusa me han dejado de lado, ya que “yo me la puedo sola”. Mi madre es una mujer muy mentirosa y manipuladora y mi padre prefiere ponerse la venda en los ojos.

A los 16 años quedé embarazada, mi madre me incitó a practicarme un aborto, convenciéndome de que si no me lo hacía mi padre se decepcionaría de mí y sería capaz de matar a mi novio. Al tiempo me enteré que mi madre también se había practicado un aborto de mi padre a esa misma edad.

Mi aborto se mantuvo en secreto cerca de 12 años, hasta que exploté y decidí contarle a mi padre, él en el momento me comprendió, pero más tarde me recriminó y me dijo que por mi culpa el perdió la confianza en mi madre y que yo no sabía lo horrible que era eso…. aún siguen juntos, aunque su trato no es bueno.

Bueno, quiero ser delgada, este cuerpo me pesa, no sé porque, pero siento que soy muy rabiosa y que este peso es por eso… Ya estoy deseperada, quiero ponerle fin a esto, para sentirme bonita, bien, liviana y feliz.

Siento que tengo mucho entregar al universo, no quiero seguir siendo un peso para el mundo…. Auxilio!!!

RESPUESTA DE ALEJANDRO JODOROWSKY:

Si siempre has sido obesa eso quiere decir que esa es tu naturaleza. El problema entonces no es la obesidad, sino es que rechazas tu cuerpo de mujer… Veo que así como eres, los hombres te aman o por lo menos te desean. Dices: «desde que tengo memoria, he buscado innumerables soluciones y nada ha funcionado»… Lo que quiere decir que odias tu cuerpo desde la infancia. La visón que una niña (o un niño) tiene de su cuerpo depende de la visión que sus padres tienen de él. Se me hace evidente que cuando naciste ellos deseaban tener un hombrecito. Al captar que no eras amada, lo atribuiste a que eras gorda (lo que te daba la posibilidad de cambiar, adelgazar, poder gustar) por no querer ver que era porque eras mujer (lo que te quitaba toda posibilidad de cambiar, de ser amada). Cuatro años más tarde llega tu hermano y se las arregla para captar toda la atención, «esclavizándolos». Y, so pretexto de que confían en ti, te dejan de lado. Tu hermano ha captado por completo el carácter de tu madre: es mentiroso y manipulador como ella. Forman una pareja. Tú quisieras formar pareja con tu padre, pero no logras seducirlo, cosa que atribuyes a tu gordura y no a su incapacidad de amar. ¿Cómo un padre puede tener tal incomprensión hacia su hija, que esta se ve obligada a ocultarle un aborto durante 12 años, de los 16 a los 28? Lo que quiere decir que sólo hace 4 años te decidiste a comenzar a ser adulta y mostrarte tal cual eres ante tu padre. Cosa que no te sirvió de nada, porque en lugar de comprenderte te acusó de haberle hecho perder la confianza en tu madre. (No pudo ver en la complicidad de tu madre contigo, la expresión del sufrimiento que tuvo al abortar joven, igual que tú). ¿Comprendes? No engordas porque eres rabiosa, sino porque acumulas una rabia inmensa de no ser reconocida y amada como lo que eres: una mujer. Para ti, tu madre, tu padre y tu hermano son seres tóxicos. Deja de decirte «no quiero seguir siendo un peso para el mundo» y hazte consciente que tu familia, desde que naciste, te hizo sentir que eras un peso para ellos. A los 32 años puedes independizarte, cesar de esperar perder kilos para ser reconocida, (aunque los perdieras, ellos nunca te darían su cariño: lo que no nos dieron en la infancia nunca nos lo darán), trabaja, gana tu vida, vete a vivir sola, deja de verlos y hablarles hasta que hayas encontrado a tu pareja y seas madre. Por el momento, vístete de hombre , con falsos bigotes, peluca de pelo corto, traje, corbata, etc. y preséntate ante tu familia sin pronunciar una palabra. Te digan lo que te digan, permanece muda. Al cabo de una hora, desvístete ante ellos y así desnuda abre una ventana, asómate al exterior y grita a voz en cuello: «¡Soy mujer, soy bella, soy liviana!»… Después de este acto, entierra toda la ropa de hombre, planta sobre ella una mata florida, y aceptando tu cuerpo femenino, vístete con ropas ajustadas que lo muestren. Cambia tus deseos de ser delgada por deseos de vivir y gozar.