Se considera que una triada es la relación que se establece entre: Padre – Madre – Hijo. Tomar consciencia de nuestra triada es como optimizar el aparato que nos informa de las fuerzas y las formas con las que fue moldeado el ser que de verdad somos. Esta red de interacciones de las que vamos a hablar, tiene repercusiones importantes a todos los niveles de nuestra existencia.
Analizamos cada triada focalizando tres bloques de interacción: PADRE-MADRE; MADRE-HIJO y por último PADRE-HIJO
En cada una de ellas, definimos cómo interactúan los personajes a nivel de los cuatro egos. En una hoja grande podemos dibujarla usando diferentes colores para cada nivel: naranja para lo mental, azul para lo emocional, rojo para lo creativo-sexual y gris para lo material. Lo mostramos con un ejemplo:
Relación entre la madre y el padre:
¿Cuál fue la relación mental, emocional, sexual y material entre los padres?
-Nivel intelectual: Una madre sumisa, donde el padre ejerce de protector. Uno es más “grande” que el otro, aunque sus niveles de estudios fueran similares.
¿Qué falta en la relación intelectual?
-Mayores estímulos intelectuales. Los dos tienen madres con muy poca cultura. Los padres, con algo más de nivel fueron ausentes en ambos casos…
-Un entorno cultural y social muy cerrado genera cierta asfixia intelectual, donde sólo se pueden pensar ciertas cosas que están “bien vistas” por la comunidad.
-Permiso para compartir los descubrimientos, donde la crítica no esté presente.
-Nivel emocional: Los dos son padres-niños, la madre se quedó con 5 años (los que tenía cuando murió su padre) y el padre era el hijo menor de una numerosa hermandad, también estancado a nivel emocional. Se casan por amor, bajo un contrato de exclusividad absoluta que cumplen escrupulosamente.
¿Cuál es la relación emocional más óptima que se podría imaginar?
Una relación adulta en positivo. Eliminar la idea “enferma” de que las emociones no se deben de comunicar, que son peligrosas. (Estamos frente a un árbol genealógico que obliga a reprimir los sentimientos).
-Nivel creativo-sexual: La relación estaba bastante equilibrada, aunque estancada en el tiempo. La madre tenía 15 años y el padre 20 (la edad en la que empezaron a salir juntos) El contrato social los obligaba a no cambiar ninguno de los puntos bajo los que se estableció el tratado. Por tanto es inevitable cierto estancamiento.
¿Cuál es la relación creativo-sexual más óptima que se puede imaginar?
Aquella que considera que el sexo es divino, igual que cualquier acto creativo. Una relación que permite el disfrute mutuo en toda la extensión de la palabra. Como dice Marianne Costa: “Si la mirada exterior desaparece, la mirada que juzga, podemos hacer cualquier cosa”.
-Nivel material: Se cuidan con mucha dedicación y entrega.
El padre tiene muchos conocidos por su trabajo, pero ningún amigo de verdad. La hermandad tan extensa provoca que sólo se relacione a nivel simbiótico con uno de sus hermanos, el inmediatamente anterior a él.
El padre y la madre comparten su espacio, dos hermanos están casados con dos hermanas, lo que representa un nudo bisexual del que hablaremos más adelante. Comparten casa-territorio, trabajo y dinero. A pesar de compartirlo todo, también se rivaliza a nivel sutil. Parece que a un nivel “del cerebro reptiliano” los pequeños han de competir para poder sobrevivir dentro de su hermandad. Si no son rápidos, pueden dejarlos sin comida…
¿Cuál es la relación material más óptima que se puede imaginar?
Compartir el espacio es saber vivir sin invadir el espacio del otro. Respetar ciertas parcelas de intimidad y privacidad que son muy importantes.
Marianne Costa afirma que Cuando dicen: “Tú eres mío” (Se apoderan de ti). Es una palabra sexual de posesión. En cambio si dicen: “Estoy orgulloso de ti” (Te roban algo que es tuyo).
El niño
También es muy competitivo. Quiere ser el primero en todo: en juegos y estudios. Llega al absurdo de no aceptar ser el segundo hermano y se enfada por el hecho de ser el último en la familia. Competitividad que es el reflejo de la de sus padres.
La madre se apodera del niño, toma posesión emocional de él. El primer hijo es del linaje paterno y el segundo del linaje materno.
Deciden poner al niño el nombre de sus padres (ambos se llamaban igual) estableciendo una pantalla de proyección en el hijo. De esa forma podrían pedirle aquello que sus padres no pudieron darles.
No hay duda de que la familia establece una forma de comunicación determinada, el árbol es un sistema de cosas escondidas…
A nivel emocional el niño repite el mismo esquema de sus dos padres que estuvieron cortados de la figura paterna y establecieron una relación muy intensa con la madre. El niño está cortado a todos los niveles de la figura paterna…
Se comunica intelectualmente con la madre.
Esconde su creatividad y su sexualidad, ante sus padres y ante el mundo.
No se considera aceptable para ocupar un espacio.
Para que toda esta información sea verdaderamente útil, proponemos el siguiente ejercicio:
1.-Describir y representar una triada ideal.
¿Qué relación intelectual, emocional, creativa-sexual y material, sería ideal para unos padres? ¿Y entre un padre y un hijo/a? ¿Y entre una madre y un hijo/a?
2.-Describir y representar nuestra triada mientras duró nuestra crianza.
3.-Describir y representar la triada de nuestra madre (con sus padres).
4.-Describir y representar la triada de nuestro padre (con sus padres).
Según Marianne Costa:
– Todos los problemas con los hermanos, o con la pareja son una máscara de algo que nos sucedió con los padres.
– Con los amigos reproducimos los problemas que tenemos en nuestra hermandad. La hermandad nos forma el concepto social.
Cuando quedan cosas por resolver, hay un ejercicio psicomágico que resulta muy sanador, un ejercicio de confrontación: Con el padre o con la madre.
-Esto es lo que me hiciste
-Esto es lo que sentí
-Esto es lo que me produjo
-Esto es lo que padezco ahora a consecuencia de ello
-Esta es la reparación que me debes
Dibujar y analizar las triadas es un ejercicio sanador, porque nos desvela trampas, nos descubre tesoros y es una importante toma de conciencia, pero el trabajo no está realmente terminado hasta que no se pasa a la acción. Confrontar es una contundente forma de dejar de quejarnos y de sufrir. Es actuar, como también lo es suprimir contratos de lealtad, deshacer nudos, darnos permiso para romper límites…
Extraído de talleres de Alejandro Jodorowsky y Marianne Costa
1 Comentario
-
Hola me gustaría estar en contacto con vuestros consejos y conocimiento, para mejorar mi forma de vivir……Gracias (Araceli )