Asociamos la cama con la fase diaria del descanso y la recuperación. El sueño supone que la mente consciente queda desactivada, entonces nos asalta la pregunta de qué le sucede a nuestra “personalidad” habitual. ¿Dónde está?
No resulta sencillo responder a esa cuestión. Por una parte volvemos a revivir en sueños fragmentos de lo que nos ha sucedido en nuestra realidad “material”. En otras ocasiones, conectamos con otros planos que se parecen a nuestra realidad habitual pero con diferencias bastante significativas…
Por ejemplo: En aquella otra realidad paralela desempeñaba el mismo trabajo. En cambio, muchos de sus compañeros no coincidían exactamente con los que conocía. Aquella noche recibió una explicación de los motivos por los que uno de sus compañeros, el más enigmático, se comportaba de forma tan distante. Su “vida” estaba en otro lugar, sujeto a un apego enfermizo que resultaba poco evolutivo.
Para aclararlo. Es lo que sucede a cualquier persona que no está completamente presente a nivel físico, emocional y mental en el lugar donde vive. El tantas veces repetido “aquí y ahora” tomaba sentido al escuchar esta explicación.
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