El amor es un laboratorio alquímico que contribuye a nuestra sanación. Por eso, debemos aceptarnos con plenitud, con virtudes, defectos, luces y sombras.
Ese miembro de la pareja que quiere al otro sólo parcialmente, no dejando que sus dificultades entren en el horno de transformación, bloquea ,quizás sin saberlo, su crecimiento.
En la casa del matrimonio, no dejes fuera tus defectos o entrarán rompiendo las ventanas.
Sin velos, sin filtros, en alta definición, los amantes verdaderos se vuelven transparentes a los ojos del otro.
Aprendamos de nuestros errores, la energía no es buena ni mala, todo depende del uso que hagamos de ella.
La vida en pareja es como un viaje por “un mundo irracional”, en el que buscamos y encontramos cosas que desconocíamos tener.
Fuente: Almanaque Sanador y Parejas Sin Fin