La familia actúa como un molde y en el camino hacia la propia autonomía, intentamos encajar en él para sentirnos aceptados y así asegurar nuestra supervivencia. La gran mayoría de veces, no somos conscientes de que, a lo largo de esta adaptación, incorporamos patrones tóxicos que nos limitan y desvirtúan la conexión con nuestra verdadera esencia. Lamentablemente, ésta es la vía más segura para vivir en la insatisfacción. El estudio del árbol genealógico nos permite descubrir esas dinámicas inconscientes que dirigen nuestra vida, fuerzan la repetición y nos alejan de nuestra autenticidad.
«Tomar consciencia de cómo te relacionas
con todos y cada uno de los miembros del
árbol familiar, te explicará muy claramente
la manera en que te tratas a ti mismo».
Montserrat Tubau