Isabel pregunta a Alejandro Jodorowsky

Isabel pregunta a Alejandro Jodorowsky

Isabel:

Quisiera hacerle una pregunta ¿por qué me da lo mismo verme bonita físicamente con toda la gente (no me arreglo para ella) pero al mismo tiempo no me gusta que me digan que estoy fea porque no me arreglo, y sólo para mi novio lo hago porque tengo miedo a no gustarle? Cuando era chica recuerdo que todos decían que era muy bonita: mi madre me arreglaba y procuraba en esos aspectos, es muy vanidosa. Mis padres se divorciaron porque mi mamá se enamoró de alguien. Desde los 7 años vivo con mi papá, quien me ha dado muchas cosas materiales y cariño hasta que se casó la primera vez. Desde entonces es muy grosero. Él a tenido 4 esposas que han querido que yo sea como ellas quieren. Según lo creo, he sido como yo he querido. Pero ahora a mis 24 años no me arreglo nada. Quiero ser natural. pero eso no me deja desenvolverme como yo quisiera. Me siento insegura: tengo un novio que no se queja de mí nunca, nos queremos mucho, pero siento que él me va a dejar por una chica más bonita y con senos grandes, porque los míos son pequeños. Mi papá simpre critica todo de mí, hasta mi físico y me da pena verme bonita delante de él por que también me critica y mi mamá me dice que no soy femenina porque no me arreglo, ella sí tiene pechos grandes y critica los míos. Ya no sé qué hacer para poder ser yo, para sentirme a gusto con mi cuerpo y mi manera de vestir. Si puedes, me gustaría saber por qué me pasa esto.

Alejandro Jodorowsky responde:

Tierna Isabel, lo primero que me llama la atención en tu mensaje no son los hechos que te han sucedido, sino la manera en que redactas lo que quieres contar. Para que los lectores comprendan, he tenido que poner comas, puntos y acentos, aclarar hasta donde ha sido posible las frases, eliminar ciertas repeticiones de palabras. En fin, he hecho lo que tu padre debió hacer desde que a los siete años, tu madre acalorada por el amor, te dejó viviendo con él. ¡Que gran abuso has padecido! Te inculcaron que el valor principal de una mujer es verse bonita, vestirse atractiva, lucir grandes senos. ¿Quién les dijo a esos bárbaros psicologicos que una mujer de grandes senos encarna toda la belleza femenina? Hay hombres, muchos, que prefieren los senos pequeños. ¿Oiste hablar de Jane Birkin, la esposa del cantor Serge Gainsbourg? Ella , en el cine, fue un exitoso símbolo de mujer sexual, teniendo unos senitos casi semejantes a tetillas de varón. Tanto tu madre como tu padre no te transmitieron cultura, no desarrollaron tu inteligencia y, para colmo, te desvalorizaron criticando tu cuerpo. No creas que tener el cuerpo de tu madre es la norma: ella te desprecia por su narcisismo. Piensa «Yo tengo senos grandes, atraigo a los hombres, esa es la perfección. Mi hija tiene los senos más pequeños que los míos, eso es un defecto». No te supo amar, tal como eres. Cuando se ama a una hija, aunque nazca deforme, se le trata bien y se le da cariño. Por eso temes que tu novio te abandone. Has aprendido a despreciarte. ¿Acaso crees que los hombres sólo se enamoran de un montón de carne, piel y huesos? Si es así, te equivocas: se puede amar la fineza, la inteligencia, la armonía espiritual, el talento de una mujer y muchas otras cosas más aparte de un físico abundante… Abandonada por tu madre, vives contenta como pareja de tu padre, tratando de «ser bonita». Él te trata bien, como mujercita a la que no se le exalta el alma sino la apariencia física. Es por eso que , por no ver él sino carne en las mujeres, estas acaban por largarse con alguien que de veras las ame. Cuatro o cinco veces se ha casado y aún no comprendido que eres un ser humano completo y no un fragmento orgánico. Por no sentirte bien como mujer, te quedas niña. Hablas del implacable hombre que fue tu padre diciendo aún «mi papá»… Si te quieres liberar de tanta estupidez, ve a ver a tu «papá» vestida de prostituta (gran peluca rubia, falda corta, ojos muy pintados, enormes aretes, etc) con dos grandes pelotas bajo la blusa imitando enormes senos. Te paras frente a él agitando el enorme pecho y le gritas: «¿Esto es para ti una mujer? ¿Si no tengo estas grandes tetas no valgo nada? ¿Qué tienes tú en la cabeza, hombre estúpido? ¡Vas a aceptarme como soy! ¡Toma y toma!» Al decir esto último te quitas las pelotas y se las arrojas a la cabeza. Si te quiere pegar, sacas de la cartera una pistola de plástico, y lo amenazas: «¡Si levantas la mano sobre mí, mereces que con una verdadera pistola te vuele el cerebro,macho estúpido! ¡Si no me pides perdón de rodillas, nunca más te volveré a ver!»… Isabel: aunque te parezca exagerado lo que recomiendo y no te sientas capaz de hacerlo, el sólo hecho de leer mi respuesta hará que comiences a estudiar algo que desarrolle tus capacidades espirituales. Te envío el más tierno de mis abrazos.