Cuerpo, no andes tan deprisa que dejes atrás a mi alma

Cuerpo, no andes tan deprisa que dejes atrás a mi alma

Al iniciar un nuevo camino, el efecto hipnótico de la meta, la impaciencia, los horarios, las distracciones y las preocupaciones, nos pueden alejar de La Presencia. ¿Nuestros egos exploradores se aceleran y dejan atrás el verdadero propósito del camino? Estar en Presencia es estar conectados con nuestro Ser Esencial, en el aquí y en el ahora, integrando plenamente la experiencia del viaje. Con esta reflexión se me asocia el recuerdo de una vieja historia:

 

Un grupo de exploradores y cientificos europeos debian internarse para un proyecto en el medio de la selva de un pais centroamericano.

Contrataron a un grupo de indigenas para que los guiaran e hicieran el transporte de todos sus equipamientos.

Por razones de lenguaje solo tenian posibilidades de comunicarse de manera elemental con solo uno de ellos:el guia.

Habian pasado ya varios dias abriendose paso en el medio de la selva,cuando, un amanecer, encontraron a los nativos sentados en circulo en el mas absoluto silencio; pensaron que solo se trataria de algun ritual y que pronto acabarian,esperaron un tiempo prudencial creyendo que pronto retomarian el viaje.

Pero no fue así  las horas pasaban, intentaron hablar con el guía  maltratarlos, amenazarlos, pero todo resulto inutil.

Los aborigenes no se movian ni abrian siquiera sus ojos.

Durante varios días  los cientificos hicieron todo tipo de conjeturas: se trataria de una rebelión  quizas estaban esperando el momento oportuno para atacarlos,robarles y hasta matarlos?…

Muchas fueron sus racionales conjeturas,hasta que al amanecer del cuarto día  se pusieron todos de pie,tomaron los cargamentos, y como si nada hubiese pasado retomaron el viaje ante el total desconcierto de los «civilizados» extranjeros.

Entonces, absolutamente sorprendido, el jefe de la expedicion se acerco al guía, lo detuvo y le pregunto que significaba todo eso.

«-Ahora si puedo hablar, habíamos estado caminando demasiado rápido actuando de manera muy acelerada y confusa, y nuestras almas se habian quedado atrás  Fue necesario sentarnos y esperar hasta que ellas lograran alcanzarnos

 

Plano sin fin

El “viaje” como arte del encuentro con uno mismo.

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